Habitacion 26
Marcial Fonseca imbrica perfectamente una apasionante trama policial con una investigación sobre el género, dando a Habitación 26 el doble interés de una novela que engancha al lector con el de la metanovela sobre el género. La clave del crimen está en una biblioteca donde se comienza a buscar en Agatha Christie, Simenon, Raymond Chandler, Patricia Highsmith, Dashiell Hammett, Arthur Conan Doyle y otros, así como en los cuentos negros de G.K. Chesterton, Manuel Peyrou, Harry Kemelman, William Faulkner, Edgar Allan Poe, H. B. Domeq, pero es en Borges donde parece estar la clave de la muerte ocurrida en la habitación 26. En Habitación 26, el Comisario que dirige las investigaciones lee desesperadamente a docenas de autores buscando las concordancias de una mente imaginativa autora de la denuncia. Nadie debía morir, sólo se trataba de humillar a un marido infiel, pero el destino se atraviesa convirtiendo la venganza en un asesinato preterintencional. Habitación 26 es una novela para leer de un solo tirón. Es imposible apartarse del texto hasta descubrir al culpable.